El sábado 17 de mayo compartimos un día especial en el corazón de la naturaleza, en el Garbí . donde el silencio, la atención plena y la conexión sincera nos acompañaron. Caminamos con los sentidos despiertos, en contacto con la tierra, respirando con intención y dejando de cada paso nos anclara al presente. La belleza del entorno nos invitó a parar, contemplar, sentir. Pudimos compartir en circulo desde el corazón y sostenernos mutuamente en un espacio de respeto y escucha profunda. Nos sentimos muy agradecidos por el energía del grupo y por la magia de este lugar que nos sigue mostrando el camino hacia dentro.









